Gracias por aparecer como un fantasma susurrándome al oído
para desaparecer y repintar un vacío que estaba llenándose..
Gracias por abrir la herida cicatrizante del contorno de mi pecho
tan solo para recordarme a que sabe el desprecio
Ahora vomito tu aliento, tu olor y tu pelo,
Tu cuerpo que es templo de un dios al que ya no venero
No hay comentarios:
Publicar un comentario